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hace 5 años,el
La comunicación de Andrés Manuel López Obrador durante la crisis del COVID-19.
Una de las premisas de la gestión de cualquier crisis es la necesidad de contar con un mensaje claro, y que pueda dar certidumbre a las personas que puedan resultar afectadas por la situación.
En México, la crisis generada por la aparición del COVID-19 ha revelado que los gigantes tienen pies de barro, particularmente el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desde que se dieron a conocer los primero casos de este virus en nuestro país, la comunicación fue ambigua, descentralizada y sobre todo incongruente con el mensaje que el Presidente mandaba todos los días; nunca perdió la oportunidad de mostrar en cada acto y evento la inconsistencia entre las medidas que las propias autoridades de salud del gobierno federal indicaban que debía seguir la población y su manera de conducirse.
Encuentros con ciudadanos de diversas partes del país, rechazo a seguir las indicaciones básicas de prevención (sana distancia, uso de gel antibacterial, toma de temperatura, etc.), llamados a acudir a lugares públicos y el desconocimiento de la información que todas las noches el vocero oficial se encargaba de transmitir a todos el país, fueron desgastando la imagen del Presidente que, según los sondeos y encuestas de diferentes medios y empresas especializadas, por primera vez desde que asumió el cargo como presidente, se encontraba con niveles de aprobación menores o igual al 50%.
Después de algunos días, el Presidente, en un mensaje a su más puro estilo, pidió a los ciudadanos acatar las disposiciones que las autoridades sanitarias habían diseñado para hacer frente a la epidemia; sin embargo, y siguiendo su linea personal de comunicación, no ha parado en sus actividades por el país.
Posiblemente, en su afán de seguir hablándole a su público objetivo (los ciudadanos más desfavorecidos) y brindar una percepción de seguridad y calma en el país, el Presidente ha generado un efecto contrario en la población. Aún continuamos viendo gente que, sin tener necesidad real de trabajar, ha tomado la instrucción de “Quédate en tu casa” con ligereza y a modo de vacaciones obligadas. Si el líder dentro de la gestión de la crisis no actúa de manera que, sea ejemplo para la población objetivo, en este caso los ciudadanos de todo el país, será muy difícil que se logre una acción colectiva.
Este domingo, en su quinto informe a la nación y en el contexto de esta crisis de salud mundial, el Presidente tuvo la oportunidad de darle un giro al mensaje que ha transmitido desde que asumió el cargo, tuvo la oportunidad de brindar certeza y seguridad a otro sector de la sociedad para el que también existe y al que pertenecemos un gran número de mexicanos: la clase media; tuvo la oportunidad plantear y brindar opciones de apoyo al sector empresarial y también tuvo la oportunidad de posicionarse como el líder que el Mexico del año 2020 necesita, pero como dicen en el fútbol: la tuvo y la dejó ir.