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hace 4 años,el
El asesinato de Giovanni Lopez, Alexander (de 16 años, y Oliver López a manos de la fuerza pública; las agresiones físicas a manifestantes en Jalisco y Ciudad de México; la detención arbitraria e ilegal de dos mujeres en Nezahualcóyotl; la desaparición forzada de 30 jóvenes jaliscienses. Son hechos que conmocionan e indignan al país, pero sobre todo, encienden las alarmas en cuanto a la discrecionalidad con la que actúan las Instituciones de Seguridad Pública, para preservar el orden y la paz.
El abuso policiaco, abarca distintas formas de comportamiento por parte de los servidores encargados de preservar la seguridad, desde uso excesivo o brutal de la fuerza, detenciones arbitrarias e ilegales, extorsión y corrupción, hasta prácticas de discriminación, como lo son las detenciones o revisiones a sujetos, con base a criterios raciales, étnicos, políticos, económicos o de género.1 Hecho que nos lleva a cuestionarnos ¿qué no existen protocolos de acción?, si existen, ¿no son claros? Tras años de represión y abuso policiaco, ¿puede el pueblo confiar en instituciones de seguridad pública que no están capacitadas?
Las manifestaciones y protestas son un derecho Constitucional (Art.9), innegable, pero el actuar de la policía en la represión y la censura de las exigencias sociales, no solo vulneran una serie de derechos fundamentales, sino, visibilizan el abuso de su poder sin importar que este sea documentado en fotos, videos y declaraciones. Partiendo de tal afirmación, pareciera ser que actualmente a seguridad, el orden y la paz, se instauran desde una política del terror y la amedrentación, incluso, contrariando sus protocolos.
En México, existen seis protocolos de actuación policíaca: El Protocolo de primer respondiente, de actuación policíaca en materia de violencia de género, en uso legítimo de la fuerza, en cadena de custodia y de atención a víctimas y grupos vulnerables.2 Todos los protocolos están apegados al respeto de los derechos humanos, de hecho, el uso de la fuerza pública en cada uno de ellos se establece como último recurso, incluso, en el mismo protocolo de uso legítimo de la fuerza.
¿Entonces cuál es el problema si contamos con los protocolos?
Todo lo señalado, se encuentra en el Diagnóstico Nacional sobre Policías de Entidades Federativas, publicado el 30 de abril de 2018, dicho documento está disponible en la página oficial de la Secretaría de Gobernación.4
Pero ahí no para el problema, los protocolos no se han actualizado desde 2017, y a partir del 1 de enero de 2020, tenemos una nueva institución de seguridad pública, que se rige sin protocolos reformados, sin servidores capacitados y con una operatividad castrense, dicha institución se llama, Guardia Nacional.
Estamos en un país, donde el Estado te proporciona un uniforme, una macana, gas lacrimógeno, botas de casquillo y te lanza a las calles a preservar la paz, el orden e instaurar la democracia.
“Siglo XXI: Democratízate o te mato.”5
Citas y referencias