Pero, ¿Por qué está rebasado por la realidad?
Primero.- Por el mensaje negativo que dio a los mexicanos no usando el tapabocas, realizando viajes por el país sin mantener la sana distancia y tomando a la ligera las medidas sanitarias implementadas por su propio gobierno, en los picos más altos de la pandemia.
Es hasta el viaje a los Estados Unidos cuando encuentra la realidad del mundo, obligado a realizarse la prueba del covid, a usar cubrebocas y a tomar las medidas sanitarias implementadas a nivel internacional. Aquí le aplica el dicho popular: «candil de la calle; oscuridad de su casa».
Segundo.- En la realidad, el poder político no está separado del poder económico, y para muestra la lista de invitados que lo acompañó a la cena con el presidente Trump, reconocidos empresarios del sector financiero, de la construcción, de las comunicaciones, que son ya visiblemente la clase dirigente del presidente de México, su coalición ganadora que lo llevó al poder y que sin duda lo acompaña en el ejercicio del mismo. En serio, ¿Separación del poder económico del político?
Tercero.- Tantos años con un discurso anti neoliberal, que hoy la realidad de su fracasada política económica lo arrincona al rescate con un tratado de libre mercado, el TMEC.
Sin duda, hoy ya no se puede gobernar con discursos y con símbolos. El mundo, está más allá de palacio nacional.