Connect with us

Internacional

4 ideas para seguir de cerca el estallido social en los Estados Unidos

Síntoma del histórico racismo estructural, el caso de George Floyd moviliza a un país que estando a 155 días de elegir Presidente, transita entre una crisis sanitaria sin precedentes y una sociedad que en ese contexto, sale a las calles para denunciar la violencia policial.

Publicado

el

Una crisis sanitaria sin precedentes, un conflicto social histórico irresuelto y un frente político encabezado por Donald Trump parecen demasiado para ser verdad. Pero no, efectivamente esto está ocurriendo. Solo en América. 

A 155 días de las elecciones que, con un cierto grado de probabilidad, pueden derivar en la reelección de Trump como Presidente de los Estados Unidos, el concepto de “distopía” encuentra en la democracia modelo de este mundo sobrados ejemplos de una necesaria redefinición. 

En efecto, Trump es la cúspide del triunfo de las redes sociales. Indistintamente del bando elegido, el denominador común es la reacción, el proceso reflexivo no tiene un alcance mayor a 148 caracteres y la discusión puede pasar en cuestión de segundos de las particularidades presentes en la discriminación racial en un país a si el edificio en llamas replicado por los reaccionadores seriales era o no una comisaría (no era). 

Zuckerberg entendió (y diseñó) esto antes que muchos y en parte por eso es el séptimo hombre más rico del planeta. Para mal de muchos Trump lo aplicó con eficacia y es el Presidente de los Estados Unidos, personificando con esto un sistema político que hoy no parece diseñado para absorber el conflicto y encontrar el consenso, o al menos la estabilidad.

Para seguir de cerca los eventos que derivaron en un estallido social que muchos comparan en su resonancia con las movilizaciones ocurridas tras el asesinato de Martin Luther King Jr. te contamos qué pasó en el caso de George Floyd, los alcances de las protestas y la denuncia sobre los policías involucrados en un nuevo episodio de violencia racial. 

1-George Floyd

Desarmado, esposado y asfixiado contra el piso por la policía de Minneapolis (Estado de Minnesota), George Floyd, un hombre afroamericano de 46 años perdió la vida el día lunes 25 de mayo. 

El caso, síntoma de la violencia racial que sostenidamente ejercen las fuerzas de seguridad norteamericanas, decantó en una ola de protestas en todo el país que incluso en plena pandemia y desde el epicentro de ella, no pudo contener la violencia de un país que manifiesta en sus divisiones sociales la falta de representación política. 

Las imágenes, acompañadas por varios videos, del momento de la detención muestran a Derek Chauvin, uno de los cuatro oficiales involucrados, clavando su rodilla sobre el cuello de Floyd mientras se escucha a este rogar: “Por favor, no puedo respirar”, frase que recuerda al caso de Eric Garner en el 2014, también asesinado por la policía, también afroamericano.

Según una denuncia penal presentada contra Chauvin, un oficial en la escena verificó el pulso de Floyd antes de que Chauvin le quitara la rodilla y no pudo encontrarlo. Más tarde, Floyd fue declarado muerto en el Centro Médico del Condado de Hennepin.

2-Movilizaciones y toque de queda

A partir de las masivas movilizaciones en todo el país, muchas de las autoridades locales han ordenado toques de queda en docenas de ciudades y condados de todo los Estados Unidos. 

Desde su inicio el día jueves 28 de mayo, estas protestas han crecido en tamaño e intensidad llevando a que funcionarios de al menos 39 ciudades declararan el toque de queda. Acá puedes ver el mapa de protestas y donde la guardia nacional (una fuerza de reserva estatal) está presente. 

Con réplicas en otros puntos del mundo como Berlín y Londres, se estima que es la primera vez que tantos gobernadores acuden a estas herramientas desde el asesinato de Martin Luther King Jr.en 1968.

Y aunque el escenario de aquel entonces parecía incluso peor al actual (Robert F. Kennedy fue asesinado ese mismo año, hubieron atentados por todo el país, la guerra en Vietnam se profundizaba y la convención del Partido Demócrata de caía a pedazos) la elección de un pirómano político como Presidente es un eje central del asunto. 

Como señala Ezra Klein, la administración Trump y la clase política toda no sabe cómo combatir un virus, pero sí cómo luchar contra sus compatriotas.

3-¿Qué pasó con el caso Floyd?

El viernes último, Chauvin fue arrestado y actualmente se encuentra detenido en la cárcel del condado de Ramsey en St. Paul, acusado de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado. Su esposa solicitó el divorcio y su fianza quedó fijada en $ 500,000. 

Además, se conoció que Chauvin tenía 18 quejas contra su accionar como policía, sin embargo, como suele ocurrir en la mayoría de los casos según marca el grupo de defensa Mapping Police Violence  se le permitió salir a la calle el día del asesinato de Floyd.

Su caso se trata del primer oficial blanco en el Estado de Minnesota en ser acusado por la muerte de un civil afroamericano.

Por su parte, los otros tres oficiales que presenciaron el arresto que terminó con la vida de Floyd fueron despedidos de la fuerza, pero de momento no han sido acusados de ningún delito. 

4-Lo estructural

La historiadora Valeria Carbone comentaba promediando el mandato de Trump comentó que la sociedad estadounidense en su conjunto está estructurada sobre el racismo: “¿Por qué se habla de estadounidenses y de afroestadounidenses, o de italoestadounidenses? Se quiere indicar que hay estadounidenses “puros” y otros que no. Y cuidado que no son las minorías, porque si se juntan todas las minorías, se convierten en la mayoría”. 

Este plano se traduce en una inmensidad de indicadores que contienen al caso de Floyd como estadística. 

Que los asesinatos policiales entre 2014 y 2019 no derivaran en la condena de ningún oficial, que los afroamericanos tienen 1,4 veces más probabilidades de estar desarmados en interacciones fatales con la policía que los blancos, que en ciudades como Oklahoma o Reno la tasa de asesinatos de afroamericanos por parte de la policía sea mayor que la tasa de asesinatos en los Estados Unidos y la lista sigue. 

Es esta realidad por la que la gente protesta, por la que protestó en 2017 por el asesinato de Anthony Lamar Smith, en 2014 por el caso de Michael Brown, de Freddie Gray en 2015 y tantos otros. 

En cierto modo, no hay nada nuevo porque nada parece cambiar. Ni siquiera en el medio de una pandemia que paraliza al mundo hace meses los reclamos pueden dejar de convertirse en noticia solo por la grandilocuencia de sus imágenes, con el riesgo de que una vez más, los problemas estructurales sobre los que se protesta vuelvan a desvanecerse en un segundo plano, al ritmo de las tendencias. 

Click para comentar

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *