El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo estar en contra de un juicio a expresidentes porque no “debemos anclarnos en el pasado”, pero reiteró que la última palabra la tendrán los ciudadanos si ellos así lo desean.
A pesar de que con la extradición de Emilio Lozoya y las revelaciones que podría hacer se pudiera llegar a pisar los talones del expresidente Enrique Peña Nieto, el mandatario apuntó que más allá de castigar se debe estigmatizar al corrupto.
“Todo lo que se pueda hacer para que sean desterrados estos procedimientos, para que se estigmatice a los corruptos, para que haya vergüenza y nunca más se vuelvan a cometer saqueos que se termine con la corrupción que es la principal causa de la desigualdad económica y social en nuestro país”, pidió.
“No soy absoluto y tampoco soy tapadera de nadie, si el pueblo dice que se les juzgue a los expresidente, que se les juzgue, si la fiscalía abre investigación en contra del expresidente Calderón y el expresidente Peña, adelante”, subrayó.
En conferencia de prensa matutina desde Manzanillo, Colima, López Obrador volvió a celebrar que con la extradición de Lozoya a México se podrá desmenuzar la corrupción que se vivió en el sexenio pasado.