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hace 5 años,el
Por
Lenin Arellano¿Te has preguntado de donde surgen las palabras que hoy en día utilizamos de manera habitual y recurrente? Las palabras han sufrido cambios a lo largo de la historia, incluso, algunas han transformado su significado mediante una transmutación sometida al devenir de los años.
Las lenguas romances emanadas del latín y por otro lado la estrecha influencia del griego y otras lenguas que tuvieron alguna relación con la civilización romana y posteriormente en la península ibérica, contribuyeron al nacimiento de uno de los idiomas con más hablantes en el mundo: el español. Por eso, es de lo más común compartir palabras relativamente iguales -con algunas variaciones fonéticas y gramaticales- con el portugués, italiano, francés, rumano inglés, etc., que nos hacen ver y entender el legado de roma y el latín en muchos aspectos de nuestra vida diaria.
La República Romana y, posteriormente, el principado, dada su influencia y el basto imperio que logró poseer, llevó consigo su cultura hasta los confines del mundo por donde pasaba. Su lengua, sus costumbres, su mitología, su economía etc., fueron expandiéndose desde Britania hasta Asia Menor y el norte de áfrica; el imperio cada vez más grande impuso su hegemonía en los pueblos y zonas conquistadas.
Una de las diosas más importantes del panteón romano -junto a Minerva y Júpiter- fue Juno, tan importante que el mes de junio está consagrado a su nombre y favor. Tenía su templo en el Capitulinus, una de las principales colinas que conformaban el centro de Roma. Juno, tenía diversos adjetivos dependiendo la encomienda, uno de ellos era el de Moneta cuyo significado aún sigue representando controversia y discusión en los expertos ya que podría significar monte, o bien, una derivación del significado conjugado monere, “amonestar”.
A un costado del tempo de Juno Moneta, se encontraba la ceca, donde se fabricaban y acuñaban las monedas utilizadas por la República y posteriormente por el Imperio Romano, esto es confirmado por el historiador Titio Livio en su obra, “Historia de Roma desde su fundación”.
Si bien el lenguaje, los idiomas, lenguas y dialectos sufren cambio con los años por los diversos fenómenos sociales y culturales, se ha podido rastrear el origen de diversas palabras comunes y que utilizamos todos los días. La palabra moneda es una de esas tantas que hoy sabemos que remonta su significado a un adjetivo divino de una deidad milenaria de la Europa clásica, cuna de uno de los imperios más grandes y gloriosos que hasta nuestros días nos muestra que la Urbs Aeterna y su legado será precisamente eso: Eterno.