De acuerdo con un análisis costo-beneficio del Tren Maya del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) la decisión se tomó debido a que dicho combustible es menos costoso comparado con el funcionamiento eléctrico en términos de Costo Anual Equivalente (CAE).
Lo anterior, podría provocar un serio problema porque la industria petrolera nacional no produce, ni generará a partir de que tome vías férreas en 2023, el suficiente combustible de este tipo y menos de Ultra Bajo Contenido de Azufre (UBA) para reducir contaminación.
Según la Secretaría de Energía (Sener), ni aun echando a andar la nueva refinería de Dos Bocas, Tabasco, habrá suficiente diésel para abastecer el proyecto estelar de la Administración de AMLO.
Datos de Pemex al primer cuatrimestre de 2020 muestran que la producción nacional de este combustible es de 113.7 mil barriles diarios (sólo 40% de lo que produce la petrolera estatal es calidad UBA) mientras que la demanda es de 216.6 mil barriles diarios.
Es decir que, actualmente, existe un déficit de 102.9 mil barriles diarios de diésel.
Por lo tanto, es necesario importar el producto.
El último dato que se tiene, es que, para cubrir la demanda, Pemex y privados importaron 141.9 mil barriles diarios, es decir, más del doble de lo que se produce internamente.
El problema se extiende más allá de 2023, porque de acuerdo con las proyecciones de la Prospectiva de Petróleo Crudo y Petrolíferos 2018-2032, se asegura que aun con la puesta en marcha de la nueva refinería de Dos Bocas, Tabasco, México va a seguir importando diesel en volúmenes anuales de 61.6 mil barriles diarios entre 2023 y 2032.
(Fuente: El Universal)